Por qué no debes tirar ese mueble que no te gusta nada herencia de tu abuela

Rotundamente no a tirar el mueble herencia de tu abuela que no te gusta nada. Con buen ojo y una segunda vida, podrá ser la pieza clave de un espacio...

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Por qué no debes tirar ese mueble que no te gusta nada herencia de tu abuela

Nos encontramos en un momento en el que a nivel decorativo aparecen todas las tendencias y todas son perfectamente mezclables entre sí

Por fin, dejamos atrás esa etapa en la que todas las casas seguían la misma tendencia de principio a fin, empezando por la cama, siguiendo por las mesillas y acabando por las consolas... todo a juego, todo del mismo estilo. 

Ahora una pieza de diseño del s. XX súper moderna convive perfectamente con otra de época y además si le puedes añadir el punto artesanal más relacionado con la cultura popular, será la mezcla perfecta sin desentonar

Es por esto por lo que rotundamente no debes tirar el mueble herencia de tu abuela que no te gusta nada. Todo tiene solución (menos ya sabemos qué, reza el refranero). 

Hoy os quiero enseñar un tresillo de nogal del s. XVIII que a simple vista, antes de la restauración, probablemente sea lo último que entraría en mi casa (y en la de muchas). Lo tenía todo: mucha talla, un acabado con un tinte oscuro y brillante, tapicería de terciopelo con brocado en verde y cordón a juego. Rococó al cuadrado. Para palmar.

Foto del antes:

¿Qué hacer cuando te encuentras con esta situación?

  1. No sólo hay que saber hacer, también hay que tener buen gusto. Busca un profesional que su trabajo te inspire y déjate guiar. Verá cosas que tu no ves
  2. Adiós tapicería de la abuela! Ábranse las puertas del maravilloso mundo del diseño textil con el que contamos ahora!
  3. Digamos adiós también a la oscuridad y eliminemos el brilli brilli dejando paso a la madera natural, a la nobleza del nogal (en este caso) y el maravilloso porte mate que nos ofrece

¿El resultado?

Júzgalo tu misma

Con cariño,

D.

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