El taller.
Donde la tradición cobra vida.

Cada pieza de Can Betelgeuse nace de un meticuloso proceso de ocho semanas.

Desde el diseño inicial y el modelado artesanal en torno, hasta el montaje final. Vertemos la pasta en moldes, esculpimos a mano cada detalle decorativo, cocemos en hornos tradicionales y aplicamos esmaltes cuidadosamente. Finalmente, envejecemos y electrificamos las bases de madera, asegurando que cada lámpara no solo ilumine, sino que cuente una historia de tiempo, oficio y belleza.

En nuestro taller de Manises, cada pieza de Can Betelgeuse nace del encuentro entre tradición y creatividad.


Aquí, un equipo de ceramistas y artesanos expertos da forma a lámparas y objetos únicos, cuidando cada detalle para que reflejen autenticidad y carácter.

El proceso es completamente artesanal  y se nutre de seis oficios tradicionales (escultor, moldista, ceramista, restaurador, ebanista y electricista).

Respetamos el tiempo  y el fuego se convierte en aliado, donde cada pieza pasa por las manos de expertos que transmiten el legado de generaciones.

En Can Betelgeuse no fabricamos en serie. Cada pieza se elabora de principio a fin una vez recibimos el pedido, asegurando que sea única, irrepetible y cargada de la esencia de quien la ha creado, de las manos de la experiencia.

El taller no solo es el corazón de nuestra marca es también un espacio de encuentro, de ideas, de experimentación y de compromiso con el trabajo bien hecho.